domingo, 10 de febrero de 2008

Un lugar para comentar

Sólo una anotación para explicar el por qué de este sitio:
1. Un desarrollo intelectual equilibrado implica aprender a: hablar, escuchar, leer y escribir con suficiente destreza.
2. Las dos primeras destrezas tienen su ámbito de desarrollo más propio en el aula y en las entrevistas o seminarios con el profesor.
3. Siempre suele faltar un ámbito propio de aprendizaje para las dos últimas. Los libros y los exámenes siempre parecen insuficientes.
4. Este sitio pretende paliar, en cierta medida, esa deficiencia.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Lo cierto es que no sé muy bien cómo empezar ni dónde dejar mi pequeña aportación.

Quería yo hacer un breve comentario sobre lo visto hoy en clase acerca de la educabilidad del hombre. He recordado con ello las palabras de Leonardo Polo: "el hombre nace con forma, pero no formado".
Resulta que nace débil, pero es capaz de crecer, y he ahi el rol de la educación (como ayuda a ese crecimiento) y nuestra intervención como educadores. A pesar de que no todo el 'cargo' es nuestro, pues... educadores son también los padres, la sociedad, etc.

En fin, y para terminar y en cuanto a la anotación de esta entrada, espero que vayamos desarrollando la lectura y escritura y paliando ese déficit.

Fátima Malmierca dijo...

Hoy, en clase, hemos hablado de la imposibilidad de aprender o enseñar la felicidad. Sin embargo, me parece que, en cierto modo, nos contradecíamos al decir ésta misma u otras afirmaciones en relación al hombre, si lo entendemos en términos absolutos.

A mí la antropología me sugiere una clase de solfeo. El solfeo no te enseña a tocar un instrumento, ni mucho menos a adoptar un estilo propio en su ejecución... necesitas ejercitarte en ese instrumento concreto.

El solfeo te ayuda a comprender la música, formalizarla y a aprender a expresarla. De esta manera, el que sabe solfeo está más cerca de aprender a tocar un instrumento; ya que, de otra manera, tendría que aprender a fuerza de probar y equivocarse y siempre sin la profundización que conlleva, la comprensión del funcionamiento del mismo.

Así, es cierto que no basta conocer qué es el hombre, para vivir como un hombre. Distinguir dónde reside la felicidad para ser feliz. Pero conocer las herramientas de que disponemos y los medios que hay que poner… saber, en definitiva, cómo funcionamos, nos lleva a aprender a vivir y a ser feliz, de un modo más eficaz que si aprendemos por puro “prueba y error”. Estudiar antropología nos adelanta que es ser feliz, pues nos evita un montón de equivocaciones y maximiza el tiempo que nos ejercitamos aprendiendo a tocar nuestra propia vida.

Consuelo Martínez Priego dijo...

"Comento los comentarios":
1. Roll, más bien, los padres no son ""también"" educadores, somos nosotros los del ""también"". Eso tranquiliza aún más.
2. Malmi, la ética es la ciencia que estudia, propiamente, qué es la felicidad. Sin embargo, la antropología inicia el camino a indicar qué es el hombre y cómo crece. En ese sentido se puede decir que "ahorra" cierto aprendizaje. Sin embargo, precisamente por lo anterior, tanto la antropología como la ética, "descubren" qué es la felicidad, es decir, a qué tienen, de verdad, el hombre, cuál es su bien. Se educa el contenido particular, no la tendencia o dinámica misma de la naturaleza humana.
En todo caso, el ejemplo del solfeo me parece bueno, muy bueno.
Mil gracias